Me pareció justo empezar con las mirardas a estas cosas que no sirven para nada dándole lugar al juguete con el que comencé a coleccionar cosas de Macross: la reedición de Bandai de 2006 del clásico diseño de Takatoku Toys del VF-1 perteneciente a la primera mitad de SDF Macross (nótese que en este blog no se hablará de Robotech).
Lo bueno:
La caja es todo lo compacta que puede ser. No trae demasiados extras (el arma, los misiles para el arma en su árbol, el escudo de la cabina, un clip para colocar el arma en el brazo, la plancha de calcas y las instrucciones), por lo que no es necesario mucho espacio alrededor de la valkyrie.
Se puede transformar en sus tres modos son necesidad de cambiar partes (salvo por el escudo de la cabina, que de todas maneras puede no usarse).
El arma y sucapacidad para disparar misilitos puede considerarse una porquería. Pero este diseño es de un juguete para chicos. No se trata de un modelo a escala del tipo Yamato.
El plástico es increíblemente resistente y de excelente calidad. Las partes de DIE CAST METAL hacen de la figura un elemento bastante pesado, que podría ser usado para matar a alguien si fuera necesario.
El tren de aterrizaje es de metal, y se saca a través de unos botones, ya que tienen unos resortes. No hace falta abrir las puertas y meter una pinza o algo así para sacarlos (ya verán lo que pasa con esto cuando publique fotos del YF-21).
Si bien trae algunas calcas, el tampo-printing de la figura es genial.
Lo malo:
Por supuesto, al tratarse de un diseño de los 80, no es muy parecido al animé (el diseño de la cabeza es un claro ejemplo de esto)
Las articulaciones son muy básicas y no permiten posarla de muchas maneras. Aunque, insisto, ese no es el encanto de esta figura, y no creo que nadie la compre por eso.
Las piernas, que tienen una gran cantidad de metal, son muy pesadas y si uno sostiene la valkyrie en modo Fighter por la nariz, éstas empiezan a separarse del cuerpo ya que no tienen enganches como los diseños de otras empresas.
No se puede colocar el arma debajo del avión.
El tampo-printing y las partes de metal pintadas son muy delicadas.
No trae extras.
Conclusión:
Es un lindo juguete para aquellos que crecimos con Macross. Apela a la nostalgia y tal vez sea la expresión mas durable del diseño de Soji Kawamori.
Uno no tiene que cuidarse de cómo tratar al juguete. Está hecho para soportar el abuso. No se trata de una maqueta pre-ensamblada como las de Yamato.
Una buena opción para aquellos que quieran saldar una cuenta con el niño que alguna vez fueron y nunca pudo tener una valkyrie. También es un buen regalo para un chico actual.
No recomendable para aquellos que buscan fidelidad a la serie o un diseño cuidado.
***Prometo arreglar el tema de las fotos (su orden, calidad, etc)***